La locura de los lenguajes ficticios


Hola, mae g'ovannen, labintias, m'athchomaroon, nuqneH! 

Ya sé lo que estás pensando, y no, no estoy sufriendo un ataque ni estoy apretando cualquier tecla aleatoria del teclado. Has sido saludado en élfico, sith, dothraki, y klingon. Si eres tan fanático como yo de libros, series y películas, ya sabrás que estos no son idiomas de alguna tierra lejana, sino lenguajes ficticios creados para dar mayor realismo al mundo de fantasía y así transportarnos a la Tierra Media, a algún lugar de la galaxia, a los Siete Reinos, o a la nave Enterprise. 

Hoy en día tenemos acceso a todos los lenguajes ficticios o reales que podamos imaginar, en solo un par de clicks. Hay aplicaciones, páginas, traductores, hasta listas de frases conversacionales para aprender a decir "disculpe, ¿dónde está el baño?" en caso de que alguna vez tengas que llevar un poderoso anillo mágico a una montaña, que tu hermano te venda a un guerrero nómada, o que tengas que ir a rescatar a una princesa con un saqueador y su wookie (aquí te espero, Han). 

Pero, ¿qué tan reales son estos lenguajes? ¿Están basados en lenguas reales? ¿Fueron solo un montón de sonidos puestos juntos o existen verdaderas normas?

Aunque nos gusta creer que George Lucas se preocupó de hasta el más mínimo detalle, lo cierto es que en el universo de Star Wars, en el que se ven diversos y numerosos lenguajes (C3PO presume saber más de seis millones de formas de comunicación), los idiomas que se ven y oyen no son más que las invenciones del encargado de sonido Ben Burtt, quién trabajó en las seis primeras películas de la saga. 

Ben Burtt, eso sí, no se sacó los sonidos de la manga; se inspiró en el quechua, el kihaya, el finés, y el tibetano. La técnica que utilizaba era una vez filmado el diálogo original en inglés, era doblado con los sonidos de las lenguas inventadas. De modo que ahora sabemos que no son lenguajes construidos, ya que no tienen sintaxis ni gramática. 


Si has oído alguna vez el quechua, el idioma de Greedo, te resultará familiar.

Por otro lado el dothraki, hablado por el pueblo bárbaro del mismo nombre en la serie de  novelas de George R. R. Martin "Canción de Hielo y Fuego" y en la popular adaptación de HBO "Juego de Tronos", es un lenguaje construido con reglas de gramática y sintaxis. Fue creada en parte por Martin, previo al lanzamiento de la serie de televisión; en los primeros libros se pueden encontrar frases y palabras en el idioma, que aún no tenía base gramatical. 

Cuando se decidió adaptarla a la pantalla pequeña, HBO contrató a David J. Peterson, quien debió tener en consideración dos importantes peticiones: que se adecuara a las palabras ya inventadas en el libro, y que fuera fácil de pronunciar para los actores. Así, con inspiración en el turco, el ruso, el estonio, el inuit y el suajili, se creó la lengua que a día de hoy tiene 3163 palabras. Peterson opina que suena como una mezcla de árabe (sin las consonantes faríngeas) y el español, debido a la presencia de numerosas consonantes dentales. 

Entre sus muchas normas gramaticales, se destaca que existen infinitivo, pasado, presente, futuro y dos imperativos, los sustantivos se dividen en animados e inanimados, tiene cinco declinaciones, y un orden particular para las oraciones (demostrativo-sustantivo-adverbio-adjetivo-sustantivo genitivo-frase preposicional).

Peterson más tarde crearía también el valyrio, otra de las lenguas habladas en la serie.

Como dato gracioso, en 2012, 146 niñas fueron inscritas  con el nombre "Khaleesi". 



Alejándonos de los dragones y volviendo a las estrellas, el klingon, idioma de la raza enemiga de los protagonistas de Star Trek, tiene sus raíces en unos pocos sonidos y palabras creados por el actor James Doohan. Posteriormente fue ampliado por el lingüista Marc Okrand. 

Okrand no solo le dio la gramática y sintaxis de un lenguaje real, sino que un léxico basado en la cultura guerrera de los klingon. Así, hay diferentes palabras que significan enfrentarse o luchar, con diferentes grados de intensidad, gran cantidad de palabras referente a armas y guerra, y múltiples insultos. 

Debido a su formación en esta área, Okrand tomó elementos de los lenguajes indígenas norteamericanos, especialmente del mutsun, aunque el parecido no es evidente. El klingon comparte características con el suajili y el náhuatl (prefijos para verbos y pronombres, que se unen al sujeto y el objeto), y con el sánscrito (reglas del uso de oraciones subordinadas y copulativas). 

Fue desarrollado para sonar alienígena, lo que se consigue con el uso constante de  consonantes retroflejas y uvulares. Utiliza afijos para cambiar el significado de las palabras, y prefijos para indicar género, número, posesión, etc. 

A pesar de sus muchas reglas y dificultades, muchos fanáticos de la serie, "tekkies" han aprendido el lenguaje ¡incluso ofician bodas en klingon!


 Por último, no podemos hablar sobre lenguajes de ficción y no mencionar al maestro de los lenguajes y de la ficción: J. R. R. Tolkien. Filólogo profesional de lenguas germanas, especializado en inglés antiguo, tenía un gran interés en muchas lenguas, especialmente el finés (describía encontrar un buen libro de gramática finesa como "entrar en una bodega llena de botellas de un vino espectacular, con un sabor que nunca habías probado"). 

Inventar lenguajes era una pasión para Tolkien. Opinaba que para crear un lenguaje realista, se debía crear también la historia de sus hablantes, su desarrollo histórico, y su mitología. Por ello, puso detalle en cada una de las lenguas que creó, así como alfabetos distintos y diferentes normas gramáticas para cada una de ellas.

De entre todas sus creaciones se destacan dos de los lenguajes élficos: sindarin, hablado por los elfos grises. Con claras influencias del galés, el inglés y algunas lenguas nórdicas. Como curiosidades puedo contarte que tiene dos formas plurales, formadas por sufijos. Por ejemplo êl  significa estrella, y sus plurales serían elin, estrellas,  y elenath, todas las estrellas. Además no tiene género gramatical.

El quenya (hablado por los elfos Noldor), tiene raíces en el finés, aunque su pronunciación es más cercana al latín. Al igual que el klingon, es un lenguaje aglutinante, principalmente mediante sufijos, tiene diez declinaciones, y dado que es una de las lenguas más utilizadas en los libros, tenemos constancia de amplio vocabulario. 

WikiHow tiene una guía sobre cómo hablar élfico, y algunas frases claves como hola y adiós y "amo ver tus ojos brillar cuando ríes" (estos elfos son unos románticos). 


Tolkien también creó alfabetos para sus lenguas, entre ellos el tengwar, cuyo uso varía según el idioma que se utilice.

Me despido dejándote mis frases favoritas, que estoy seguro que tendrás más de una oportunidad de usar:

Mauya nin avánië: Élfico: Tengo que irme
Shieraki gori ha yeraan. Dothraki: Las estrellas velan por ti.
Heghlu'meH QaQ jajvam. Klingon: Hoy es un buen día para morir
Eca, a mitta lambetya. Élfico: vete a besar un orco
Hab SoSIl' Quch. Klingon: Klingon: Tu madre tiene una frente suave
Hash jin zhori ray efesash hrazefoon fini nem dranaesh she ram ma fini nem azhish vigoverat? Dothraki: ¿Estos corazones son de caballos alimentados con pasto orgánico sustentable?

¡Hasta la próxima, sigan curiosos!

Bibliografía


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